A dany lo conocimos cuando él ofreció su producto que vendía puerta a puerta, en este momento no le paramos muchas bolas, pero él se sentó frente a nuestra casa y vimos su tristeza y su llanto, siendo mi esposa la que se le acercó, le invitó a almorzar y le compartimos de nuestro Señor.

Dany recibió al Señor, pero su gran problema era que se entregaba mucho a las mujeres, y en ese entonces estaba muy entregado a una novia, y con la sabiduría y poder de nuestro Señor le ayudamos a superar este suceso, y según testimonio de su madre, él cambió mucho su forma de vivir.

Dejamos de verlo algún tiempo, después le visitamos y supimos que tenía otra novia y que estaba muy entregado a ella, tanto, que ya no permanecía en su casa, sino donde ella. Esta última visita fue el viernes 17 de mayo del 2002. El jueves 23 de mayo, recibimos la noticia de que Dany se había matado. El viernes comprobamos que fue así. Dany se bañó en gasolina y se prendió, y esto ocurrió el domingo 19 de mayo, padeciendo por cinco días en el hospital, desde allí él nos mandó a llamar, pero nunca nos llamaron, sino hasta el día que falleció.

Mi jóven amigo, esta noticia es muy dolorosa, y es más doloroso ver el dolor de una madre, pero estas cosas Dios las permite para que nosotros veamos que esa no es una solución. Dany, aunque estaba conociendo del Señor, tal vez no pudo comprobar que no estaba solo, tal vez no pudo sentir la presencia de Dios a su lado y esto no quería decir que no fuera así, Dios siempre estuvo a su lado, asimismo, mi amigo, Dios está a tu lado, y si estás leyendo estas notas, no creas que es una casualidad, "la casualidad no existe", es Dios que conoce tu gran necesidad, es Dios mismo que te quiere hablar a través de esta página, Él te ama, te ama tanto que ha dado su vida solo por amor de ti, para que tú tengas una oportunidad. No la desaproveches. Mi tristeza es de no tener la seguridad de que Dany está en el cielo con el Señor, si no le pidió perdón en esos cinco días que Dios le dió, no está con Él, mas si lo hizo sí.

No pongas en el olvido esto que lees, y talves las cosas que te dicen tus amigos cristianos, o alguien que en la calle se acerque a ti y te diga "Cristo te ama". No pongas en el olvido nada de esto, porque es Cristo que está contigo y quiere ser tu amigo. ¿Sabes por qué?, porque tú le necesitas, Él no necesita nada de ti, ni de mí, pero somos nosotros los que necesitamos de Él.